sábado, 7 de marzo de 2015

Conducta Alimentaria y TEA...

Nos podemos encontrar con la problemática de la Alimentación con niños con TEA dado que hay algunos que pudieran ser hiposensibles o hipersensibles, en uno o varios sentidos, lo que provoca alteraciones en la alimentación.

Podríamos encontrar las siguientes manifestaciones:




Auditivas: los ruidos intensos, agudos o continuos les pueden provocar sensaciones extremadamente molestas o casi dolorosas. En la alimentación podemos encontrar estos ruidos en los alimentos "crackers".



Tacto: la percepción de las texturas de los alimentos granulosos, astringentes, fibrosos, geles, etc. puede provocar que rechacen la comida, bien porque no sea aceptada dentro de la boca o con las manos. Estos alimentos pueden ser purés con un espesor distinto a lo que están acostumbrados.








Sabores: algunas comidas pueden resultar muy desagradables, haciendo que a veces la persona adquiera la costumbre de limitar su alimentación a un número reducido de alimentos.
Visual: la forma o el color de los alimentos pueden ser causa de rechazo de determinados alimentos. Los que suelen aceptar son aquellos de color rojo, amarillo y naranja y los que peor aceptan son los verdes y los de colores oscuros, estos podrían ser las espinacas, carnes rojas, etc.








Olfativa: hay olores que los niños pueden identificar y resultar desagradables.









La comprensión visual que tienen los niños de los alimentos por su formal, color, apariencia y la dificultad para la integración sensorial en su conjunto, hace que muchos alimentos sean rechazados; también su inflexibilidad mental que manifiestan, la invariabilidad a los cambios y la restricción de sus intereses, son desencadenantes de la hipersensibilidad.


Por tanto, aversiones a ciertas texturas, olores, colores, temperaturas, marcas de alimentos, pueden afectar a la calidad de la dieta. La selectividad de los alimentos en TEA, puede ser resultado de un exceso de la capacidad de respuesta sensorial al sabor, la textura o el olor de los alimentos.

La dificultad a la hora de comer pone en riesgo las deficiencias nutricionales en TEA, pero también pone en tensión a los padres y a los cuidadores.

CONDUCTAS ALIMENTARIAS

Se ha visto que las dificultades para comer en estos niños aparece desde una edad temprana. Hay padres que identifican como comedores lentos a los 6 meses de edad y presentan dificultades en la transición a los alimentos sólidos. De los 15 a 54 meses de edad los describen como niños "difíciles de alimentar" y "comedores muy exigentes". También mostraron una prevalencia significativamente mayor de Pica, es decir, deseo y consumo de sustancias no comestibles, en comparación con niños en desarrollo normal.

En un estudio de 19 niños TEA en un rango de edad de 3 a 5 años, indica que el 68% de los niños tienen texturas favoritas de alimentos, el 79% son caprichosos para elegir el alimento que comer, el 95% tienen resistencia para probar nuevos alimentos y un 16% son propensos a comer menos variedad de alimentos.

Otro estudio de niños de edad entre 2 a 12 años de edad con TEA, mostraban que son poco hábiles en la auto-alimentación, tienen conductas de evitación de alimentos y más neofobia a ciertos alimentos en comparación a niños con desarrollo normal.

Hay padres que también hacen hincapié en que sus hijos TEA de entre 5 y 12 años de edad, necesitan utensilios concretos o que la comida se les presente de una forma concreta de forma continua.

SÍNTOMAS GASTROINTESTINALES (GI)

Problemas GI, como dolor abdominal, estreñimiento, diarrea, refluyo gastrointestinal, son comunes en los niños con TEA. Un subconjunto más pequeño puede sufrir también síntomas más severos, tales como, linfoide nodular, hiperplasia, colitis ulcerosa, hernia de hiato. Los datos sugieren que los síntomas GI a menudo co-ocurren con otros trastornos médicos en niños TEA. La disfunción GI se asoció significativamente con los trastornos del sueño y la intolerancia alimentaria. Además, los niños con TEA con conductas desadaptativas graves pueden estar tomando medicación, como neurolépticos, con efectos adversos, tales como aumento de peso significativo y estreñimiento. 

Hasta la fecha, poco se sabe de las complejas razones multifactoriales de aumento de los problemas GI en niños con TEA. Estos síntomas pueden estar relacionados con una flora intestinal alterada por un aumento de la ingestión de antibióticos orales, o por una disminución de la actividad de las enzimas digestivas. Un estudio que comparó a niños con desarrollo normal y TEA indicaba que hay una correlación positiva de los síntomas GI y la severidad del autismo. También indican que los niveles bajos de ácidos grasos de cadena corta, se asociaba  a un mayor uso de probióticos, y quizás debido a la fermentación inferior de sacchorolytic debido a un desequilibrio de las bacterias beneficiosas, menor consumo de fibra soluble, un tránsito más lento y/o un aumento de la permeabilidad intestinal. Así podemos ver que los niños TEA pueden tener alteraciones en la composición bacteriana de la flora intestinal.

Hay una hipótesis llamada la "hipótesis del intestino permeable" que supone que el aumento de la permeabilidad intestinal puede conducir a la alteración de los mecanismos neuronales y el desarrollo cerebral en niños. Ciertos compuestos de la dieta, tales como el gluten, proteína que se encuentra en los alimentos procesados a partir del trigo y especies relacionadas al grano, aumentan la permeabilidad intestinal. Hay familias que utilizan dietas libres sin gluten y sin caseína, pero hasta la fecha no es concluyente que puedan beneficiarse los niños de esto, es necesario más investigaciones.

En la búsqueda de nuevos tratamientos… se estudió la de proporcionar Secretina a los niños con TEA, dado que una de sus funciones es la estimular la secreción de líquido pancreático rico en bicarbonato. Pero, los resultados afirmaron que no hay mejoras en los síntomas de TEA, por tanto no debe ser recomendado como tratamiento.

Por tanto, para abordar los problemas GI de los niños TEA, se necesita de un equipo multidisciplinar competente, porque evaluar esos problemas puede ser difícil debido a las dificultades de comunicación y la complejidad de los comportamiento. 

Para la detección de deficiencias nutritivas, la familia debe ser referida a un Nutricionista, para evaluar la adecuación de la ingesta de macro y micronutrientes de los niños.

Si os ha interesado este post, no os perdais el siguiente…la intervención en la alimentación...

Información obtenida del artículo: Tanja V.E., Whitney T. Eriksen, Margaret C. Jennifer A. Pinto-Martin.. (2013). Eating Behaviors, Diet Quality, and Gastrointestinal Symptoms in Childre With Autism Spectrum Disorders: a Brief Review. ELSEVIER, 28, 548-556.










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